domingo, 28 de octubre de 2012

El ritual de anotar palabras

El TOC nos regala rituales, es muy espléndido él.

Uno de mis rituales que va  y viene como ya he comentado en alguna ocasión, es anotar las palabras que me vienen al pensamiento por temor a que se me olviden.

Si por cansancio no anoto alguna y luego la quiero recordar y la he olvidado, se produce todo un trauma en mi ser, y puedo tirarme un día entero (hasta que me voy a dormir) intentando recordarla. Para mí es un suplicio.

La psicóloga privada a la que voy me dice que no piense en esa palabra más, que piense que es un tren que ha pasado de largo, pero me resulta difícil aplicarlo porque cuando se me olvida una palabra, la obsesión por recordarla me taladra la cabeza.

La psicóloga de la resi me dice que no piense en ella, que cuanto más intente recordarla, menos me vendrá a la cabeza.

Y por último, el psiquiatra me dice que no debo hacer caso a la obsesión, que no debo tratar de recordarla porque es alimentar la enfermedad, que debo luchar aunque me lo pase mal, y que cada vez lo pasaré menos mal, que de eso se trata, de luchar contra la obsesión aún pasándolo mal.

Yo, como he dicho, este ritual lo tengo a temporadas, a veces no me aparece en años, y la mayoría de las veces lo abandono por cansancio, porque me harto de anotar palabras, pero en esta ocasión debo de estar pasando una fase muy obsesiva porque está durando demasiado. Y pesa.

Todos los que por desgracia padecemos TOC, padecemos rituales de una u otra clase, y sabemos lo mal que se pasa, pero nos indican que debemos llevarle la contraria a nuestro pensamiento, y eso, cuesta, pero debemos intentarlo.

Besos, Alice.

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