miércoles, 6 de abril de 2011

Los renglones torcidos de Dios

Estoy cansada de la marginación a que nos tiene sometida la sociedad a los enfermos mentales. La gente nos tiene miedo o repugnancia, pero siempre nos margina.

Estoy cansada de las etiquetas que la sociedad nos pone a los enfermos mentales, muchas veces sin ni siquiera conocernos.

Estoy cansada de que los amigos desaparezcan en cuanto se enteran de que tienes una enfermedad mental.

Los enfermos mentales somos enfermos como cualquier otros, como un enfermo de diabetes, como un enfermo que tiene que ir a diálisis, como un enfermo del corazón, como un enfermo de cáncer......, somos enfermos sin más, pero cuando añades la palabra "mental", todo se fastidia, somos los parias de la sociedad , y yo personalmente no lo veo nada justo porque lo que me ha pasado a mí o a muchos de mis compañeros, le puede pasar a cualquiera en cualquier momento.

Por eso, yo creo que los que tenemos que empezar a romper tabúes somos los propios enfermos mentales y nuestros familiares, no tratando de esconder nuestra enfermedad y dándola a conocer sin nigún tipo de pudor, pero eso es muy difícil en una sociedad con tanto prejuicios.

Los "renglones torcidos de Dios" tenemos que luchar unidos porque se nos reconozca socialmente con los mismos derechos que cualquier otro ciudadano discapacitado o no.

No me gusta decir que "somos" enfermos mentales sino que somos personas que "tenemos" una enfermedad, y aparte de eso, somos muchas otras cosas más.

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